Con etiqueta de indestructible, la nueva Tacoma muestra todo lo que tiene para ofrecer
Pareciera que el tiempo pasa distinto dentro de Toyota. Y es que, además de que la Tacoma anterior duró mucho tiempo sin cambios profundos, también fue la primera vez que tuvimos una ruta de manejo con modelos de la marca desde la pandemia, ahora tras los mandos de las populares pickups de la marca japonesa.
Por una parte, Hilux nos recordó porqué parece resistir a cualquier maltrato. En función de esto, la temática del evento nos permitió apreciar que México es el único mercado donde se comercializa junto a su hermana Tacoma, que técnicamente está en el mismo segmento, aunque ésta última con una puesta apunto muy enfocada para los caminos de los vecinos países del norte.
Si bien por fuera Toyota trabajó para modernizar un aspecto altamente reconocible de su Tacoma, es en el interior de la nueva camioneta doble cabina donde vemos muchos de los cambios y mejoras con respecto a sus predecesora, especialmente en la habitabilidad, permitiendo una posición de sentado mucho más orgánica, que no no obliga a elevar nuestras rodillas como sucedía en la anterior, lo que se agradece en trayectos de conducción largos como el que hicimos, viajando de Monterrey a Cuatro Ciénagas. La marca no olvidó la segunda fila de asientos, que ahora también tiene un respaldo más cómodo.
En el apartado tecnológico vemos mejoras en las versiones TRD Sport y HEV, utilizando una pantalla táctil de 14 pulgadas con conectividad sin cables a Android Auto y Apple CarPlay, que se complementa con un cuadro de instrumentos digital delante del volante.
Todo se envuelve en una estética ruda, sólida y de apariencia muy durable, donde los plásticos rígidos pero con buen ensamble son la norma, integrando múltiples soluciones para guardar y acomodar objetos, tanto en la consola como en las puertas:
La gran diferencia
Durante nuestra travesía, tuvimos la oportunidad de estar tras los mandos de las versiones SR y TRD Sport de Tacoma, así como la variante más sencilla de la Hilux con motor diésel, lo que nos da una amplia perspectiva de los diferentes enfoques entre los modelos de Toyota.
Como es de esperarse, en las “medianas americanas” como conocemos a modelos como Colorado, Frontier V6 y claro, Tacoma, es muy notoria la puesta a punto de la suspensión para ofrecer una conducción más cómoda, aunque los movimientos de una camioneta de construcción de chasis de largueros con carrocería montada, no se pueden esconder del todo, sobre todo en la versión SR que todavía tiene suspensión de muelles en el eje trasero.
Sin embargo, una vez tras los mandos de la TRD Sport, ya con suspensión Multilink atrás, la marcha se vuelve más suave, con un gran comportamiento en carretera que disimula muy bien esos “brinquitos” tradicionales.
El motor de 4 cilindros de 2.4 litros turbocargado, con 276 HP y 317 libras-pie de par, tiene un buen empuje, permitiendo rebasar sin problemas, pero, en la SR, donde se limita a 228 HP y 243 libras-pie, los rebases requieren de mayor espacio.
¿Extrañamos al V6? Sí, aunque el trabajo del motor 4 cilindros con la transmisión automática de 8 cambios es bueno, exprimiendo muy bien su potencial y logrando buenos ritmos. Nos quedamos, sin embargo, con la intriga de la conducción del modelo híbrido, cuya disponibilidad es limitada hasta en un evento de la marca.
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