Pickups se usan como vehículo personal, de trabajo o recreación. Esta sirve para los tres.
Para el mexicano aún le suena raro escuchar sobre una pickup de Mazda, una marca que llegó a México hace 20 años con una propuesta juvenil y divertida, reflejada en el slogan “zoom-zoom”, que emulaba a un niño jugando con su carrito de juguete. Pero la BT-50 ya está aquí y el que se de a sí mismo la oportunidad de manejarla, verá que puede satisfacer incluso a los que aún quieren ese lado juguetón.





Primero, recordemos que esta es una pickup tradicional y ruda. Está hecha con una carrocería sobre chasis tubular, capaz de aguantar trabajo pesado, incluso malos tratos. Las ruedas son de 18 pulgadas con neumáticos de perfil 60, que resisten a los baches de la temporada, bien como los topes e imperfecciones de todos los días. Es capaz de cargar hasta 930 kilogramos y arrastrar 3.5 toneladas, gracias en mayor parte a un motor turbo diesel con 3.0 litros de desplazamiento, 188 HP y 332 libras-pie de torque. Así que, cumplida la parte de trabajo.
Por dentro, los acabados son buenos, el espacio suficiente para cinco personas. Hay salida de aire trasera, revisteros, agarraderas laterales y superiores, anclaje de sillas de bebés, siete bolsas de aire, ADAS (incluyendo mantenimiento de carril), CarPlay y Android Auto inalámbricos, tablero suave, asientos forrados de piel, portavasos, puertos USB-C y dos guanteras, entre otros. El lujo satisface el que quiere una camioneta de uso personal.







La caja automática de seis cambios manda la fuerza a las cuatro ruedas y ahí entra la diversión. Gracias a una caja reductora y al bloqueo de diferencial trasero, la Mazda BT-50 es capaz de salir airosa de obstáculos a los que muchas no se atreverían ni siquiera a entrar. Lodo, rocas, tierra, pueden ser esa dosis de adrenalina que se necesita para olvidar los problemas cotidianos y divertirse. En la caja de carga, que ya viene con “bedliner”, se puede transportar lo necesario para unos días de camping. Con un accesorio – como tenía la versión que probamos ahora- se puede poner las bicicletas que complementarán la aventura de vacaciones o de fin de semana.
Con un precio de 799,900 pesos, la BT-50 es capaz de satisfacer muchas necesidades. Solo no esperen que la suspensión sea suave como la de una con carrocería monocasco y que el motor tenga la suavidad de una que usa gasolina, porque si así fuera, perdería su esencia, que es justamente el equilibrio entre sus virtudes.












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