Desde la Pandemia, desarrollos de EVs, tecnología de asistencias a la conducción u nuevo software son parte de los retrasos de más de la mitad de lanzamientos
El mundo ha cambiado mucho a partir del 2020, la Pandemia y sus secuelas en la sociedad, sin mencionar la economía, han marcado a la humanidad y también a la industria automotriz, con más del 50% de los lanzamientos de autos retrasados por alguno u otra cuestión.
Todos hemos sido testigos de cómo han batallado los fabricantes para hacer sus lanzamientos de modelos a tiempo, generando pérdidas y causando desconfianza entre los usuarios. Claro que, la transición hacia la electrificación masiva y los recortes derivados de la Pandemia, tienen mucho que ver.
Gracias a un reporte de parte de PwC Consulting, nos damos cuenta de que el 34 por ciento de los lanzamientos de vehículos han sido retrasados en 2023. Otro 21% han sufrido retrasos “debido a otros factores”, por lo que al final más de la mitad de modelos que debían haber sido comercializados este año.
Dentro de su estudio, PwC calculó los retrasos en la producción, desde las limitaciones de la fuerza laboral, cumplimiento de los estándares de calidad y problemas en la cadena suministro, comparando la fecha de inicio de producción real, con el inicio planificado inicialmente.
Según el análisis, dichos retrasos pueden costarle a los fabricantes, alrededor de 200 millones de dólares al año. Eso se podría traducir en pérdidas entre los 30 mil y 50 mil millones de dólares para toda la industria.
En 2018, solo el 5% de los lanzamientos enfrentaron retrasos en la producción , mientras que otro 18% sufrió contratiempos por otros factores. Esas mismas cifras fueron de 0 y 13 por ciento, respectivamente en 2017.
El reporte identifica a varios de los culpables en los retrasos. Los más importantes incluyeron a los nuevos autos eléctricos, sistemas avanzados de conducción (ADAS) y al software que ahora es protagonista en los EVs.
De acuerdo con PwC, es improbable regresar a una época en la que ningún auto sufra retrasos en la producción, ya que se espera que éstos aumenten hasta el 2026, pues los fabricantes buscan introducir casi el doble de modelos eléctricos para ese entonces.
Fuente: PWC
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