Frenado automático en reversa no es de fiar, dice la AAA

Todavía son asistencias a la conducción, no son completamente infalibles, especialmente los sistemas de frenado de emergencia

En los últimos años hemos visto que, las llamadas ADAS, o asistentes avanzados a la conducción se han estado incluyendo en cada vez más modelos a la venta incluso en segmentos de entrada, aunque, tenemos que entender que no son infalibles.

Un nuevo estudio realizado por la Asociación Americana de Automóviles, mejor conocida por sus siglas AAA, enfatiza que el uso de este tipo de sistemas no puede reemplazar la atención de parte del conductor detrás del volante.

Específicamente hablando de los sistemas de frenado de emergencia en reversa, donde la AAA descubrió que no carecen de la capacidad de prevenir accidentes, ya que, de 40 presas realizadas con 4 SUVs de distintos fabricantes, solamente una terminó sin causar una colisión de tráfico cruzado.

Además de que, el 50 por ciento de las veces, el sistema falló al detectar personas paradas detrás de las SUVs que se utilizaron para el estudio. Diez de cada 20 pruebas, las SUVs terminaron golpeando al maniquí que representa un peatón del tamaño de un niño y, 5 de esas veces, el sistema de frenado, ni siquiera se activó.

“Los conductores no deben confiar únicamente en estos sistemas de conducción avanzada para evitar colisiones, sino utilizarlos para mejorar su conciencia de su entorno y apoyar una conducción segura”

Greg Brannon, director de ingenieros automotriz de la AAA.

Por si fuera poco, la AAA recomendó a l os fabricantes actualizar la metodología con la que se realizan las pruebas de los sistemas como el de frenado de emergencia de reversa, para incluir la aparición de objetos inusuales y escenarios más realistas para mejorar el funcionamiento y por lo tanto, la seguridad para peatones, ciclistas y otros conductores.

Sin embargo, los fabricantes como Lexus, que formaron parte de la prueba, aseguraron que, este tipo de sistemas están diseñados para alertar al conductor en una primera instancia, para después actuar mitigando los daños que pudieran surgir a partir del accidente y, no necesariamente frenar por completo los vehículos.