Aunque no batallaron con el nombre, el nuevo Gran Turismo de Ferrari, tiene un controversial diseño retro y un V12 que grita hasta las 9,500 rpm, ¿qué más se necesita?
Con su nuevo Gran Turismo V12, Ferrari parece haberse rendido al buscar nombres inspiradores para sus modelos, pues el nuevo 12Cilindri, es el reemplazo del 812 Superfast, aunque quizás, nos están presumiendo que incluso las frases más mundanas suenan increíble en italiano, repitan conmigo: “dodichi chilindri”.
Fuera de bromas, el nuevo modelo de la marca del cavallino rampante recibe su peculiar y poco imaginativo nombre en honor a su planta de poder que, sí, adivinaron, es un V12 6.5 litros, como esos que sabe hacer Ferrari muy bien.
El homenaje viene porque la mítica marca italiana celebra no haber caído en la tentación de contar con tecnologías modernas en su propulsor insignia, no hay ningún tipo de electrificación o turbocargadores, solo un V12 de aspiración natural que puede revolucionar hasta las 9,500 vueltas.
En estos días, contar con un motor de tales características es definitivamente algo que celebrar y presumir, sobre todo cuando es capaz de generar 819 hp y 500 lb-pie de torque, enviando la fuerza exclusivamente a las ruedas posteriores.
La nueva Berlinetta V12 de Ferrari, cuenta con un diseño que, en tan poco tiempo ha logrado dividir opiniones, pues su rasgos retro o, la forma de la carrocería han resultado controversiales para muchos seguidores.
La parte delantera toma inspiración en el icónico 365 GTB/4 Daytona, desde el cofre con apertura hacia adelante, sus ópticas afiladas y sobre todo con el elemento central terminado sí o si en negro brillante que se coloca entre los faros y se complementa con entradas de aire más abajo que dejan claro sus intenciones velocistas.
Aunque cuenta con elementos esculpidos como las salpicaderas, Ferrari asegura que es un diseño más sofisticado con líneas más limpias que su predecesor, aunque la parte posterior más elevada que termina en un enorme medallón y elementos laterales aerodinámicos, es la que no terminó de convencer a muchos.
Dentro de la cabina, vemos una disposición muy similar a lo que presentó la Purosangue, con la también controversial interfaz táctil, vertida en un tablero envolvente de formas elaboradas y materiales de la más alta calidad.
Específicamente, encontramos una pantalla táctil de 10.25 pulgadas, sin el mando giratorio, acompañada de un cuadro de instrumentos digital con pantalla de 15.6 pulgadas y que se complementa por una tercera pantalla en el lado del pasajero.
Sin embargo, los mandos capacitivos en el volante que saturan de funciones al elemento más importante en la conducción, siguen presentes, junto con dos enormes paletas de cambio metálicas que complementan la estética deportiva del modelo.
Ahora bien, volviendo al V12, se trata de una fuerte actualización al 6.5 litros ya conocido de la marca, como la adopción de varillas de titanio, una nueva aleación de aluminio en los pistones o, un árbol de levas rebalanceado para reducir el peso en general del conjunto.
Por si fuera poco, el tren de válvulas de acero es derivado de la Formula 1, con un tratamiento de carbono similar al diamante que reduce el coeficiente de fricción. El colector y el perno del motor también son más compactos y la curva de torque se ha optimizado para cualquier velocidad del motor, con todo y un nuevo software que ajusta el torque en cada una de las velocidades de la caja automática de doble clutch que tiene 8 cambios.
Todo esto, se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos, 0 a 200 km/h en 7.9 segundos y una velocidad tope de 340 km/h.
Curiosamente, Ferrari no espero años o incluso meses para develar la versión descapotable del 12Cilindri, como suelen hacerlo, sino que fue una presentación simultánea revelando que el descapotable es apenas más pesado que el coupé, pero mantiene mucha de la rigidez estructural a cielo abierto.
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