Sergio Oliveira
A mediados de la década pasada, el Grupo Volkswagen usaba la bandera “diesel limpio” como su arma para conquistar clientes y mercados importantes, como Estados Unidos. Los vehículos diesel recorren más kilómetros con un litro de combustible que los de gasolina y por lo tanto, emiten menos gases que contribuyen para el efecto invernadero. Además, su torque hace que el placer de conducir -una característica de la marca- se mantenga incluso en motores chicos. Pero la emisión de partículas es muy elevada. Para “resolver” el problema, VW usó un software que detectaba cuando el auto estaba en prueba de emisiones y contenía artificialmente el poder del motor, para simular menos emisiones. Fue un escándalo global que terminó conocido como “dieselgate”. Desde ese momento, a finales de 2015, todo el grupo ha estado trabajando para transformarse en fabricante de autos eléctricos, lo más rápido posible. Tanta prisa tenía, que en 2022 quitaron el puesto de Jefe Ejecutivo del Grupo a Herbert Diess, entre otras cosas, por no haberlo logrado con suficiente velocidad. Pero ahora VW, que en 2019 dijo que lanzaría 75 vehículos eléctricos en 10 años, echa reversa y pasa a mirar con mayor detenimiento a los Plug In Hybrid (PHEV). Lo más interesante de todo es que la marca no está sola.
El mercado de eléctricos ha crecido a una velocidad mucho menor a la prevista. Esto está haciendo que las inmensas inversiones para transformarse en productores de vehículos eléctricos dejen de valer la pena. Europa aún mantiene la idea de que no se permitirá la venta de autos de combustión interna después de 2035, pero la realidad apunta hacia otro lado. Los consumidores no quieren pagar el elevado precio de los eléctricos ni enfrentarse a la escasez de centros públicos de carga. Y eso que Europa es la segunda región con mayor número de cargadores públicos, con 460 mil, solo por debajo de China, con 1.8 millones.
Otra marca que también está cancelando el desarrollo de eléctricos es Mercedes-Benz. Los alemanes cancelaron sus planes de tener 50% de sus vehículos eléctricos y PHEV entre 2025 y 2030 y solo eléctricos en la siguiente década. También cancelaron las plataformas de la siguiente generación de EQS y EQE.
Un estudio hecho por IEA Global EV Outlook en 2023, muestra que para alcanzar sus planes, Europa necesita crecer su red de una manera significativamente más rápida, con cargadores asequibles a la gente. El ritmo de crecimiento de instalación de cargadores en 2021 era de dos mil por semana y necesitan llegar a 23 mil por semana en 2030.
En México se estima hay alrededor de 3,700 estaciones públicas de carga y de acuerdo con la CFE, serán necesarias 38 mil para el año 2040. Claro, nuestro país tiene un mercado de autos mucho más chico que el europeo (1.3 millones vs 10.5 millones en 2023) y mientras ellos vendieron 14.6% de eléctricos el año pasado, México vendió apenas 1.03%.
La tendencia de venta de autos eléctricos y PHEVs en México, sin embargo, va al alza, especialmente gracias a la oleada de vehículos con esa tecnología importados de China. El detalle aquí es que menos de 2% de la red de cargadores es compatible con los autos chinos. Este es un problema que la empresa mexicana Vemo, junto con la china BYD, están intentando resolver. Vemo, que opera una flota de BYD D1 para Uber en Ciudad de México, tiene alrededor de 500 cargadores en el país, 12% de los cuales son compatibles con los chinos y quieren duplicar ese número. De lograrlo, serían la segunda empresa con más cargadores en México, solo por debajo de Tesla. Así que, si piensas comprar un eléctrico, principalmente de origen chino, toma en cuenta esto, ya que los adaptadores que permitirían cargar un auto chino en un cargador estadounidense, no son recomendados por los fabricantes por riesgo de sobrecalentamientoy la alta posibilidad de dañar la instalación del auto o del cargador, principalmente debido a la baja calidad de muchos adaptadores baratos que se venden en línea.
Sin embargo, más allá de las dificultades normales de los eléctricos, principalmente la escasez de cargadores y el tiempo de carga, tenemos el mucho más serio problema de los apagones. Hoy, con menos de 30 mil autos eléctricos circulando, estos no han afectado tanto el consumo de energía, pero al final de esta década, cuando probablemente tengamos más de 250 mil vehículos eléctricos, tener estaciones de carga será el menor de los problemas.
Comentario
Y la realidad del auto eléctrico va más allá de tener cargadores disponibles en mayor número; sino en la huella de carbono que implica su fabricación. Pero claro, eso los «ecologistas» no quieren voltear a verlo; aunque deberían.