Las estrictas regulaciones de emisiones en varios países plantean desafíos para los fabricantes de automóviles a la hora de mantener la producción de vehículos propulsados exclusivamente por motores de gasolina o diesel. De hecho, en algunas regiones de varios países se están tomando medidas para prohibir la producción de estos motores.
Una alternativa que está ganando popularidad en la industria del transporte comercial es el uso de pilas de combustible de hidrógeno para alimentar los motores eléctricos, pero el hidrógeno también podría usarse en los motores de combustión interna, ya que no se producen emisiones de carbono, pudiendo salvar o mínimo prolongar su extinción.
Varias empresas están desarrollando motores de combustión interna que queman hidrógeno, ahora, incluido Bosch que aprovechó el CES 2024 actualmente en marcha en Las Vegas para anunciar planes para estrenar un motor de hidrógeno a finales de este año. Bosch, que recientemente comenzó a fabricar pilas de combustible de hidrógeno a escala para su uso en vehículos pesados, dijo que considera que el hidrógeno desempeña un papel central en la transición a fuentes de energía sostenibles.
El concepto de un motor de hidrógeno no es nuevo. BMW en 2006, por ejemplo, presentó un Serie 7 con motor V12 que podría funcionar con hidrógeno. Las principales modificaciones incluyeron el almacenamiento y los inyectores de combustible. Sin embargo, hay inconvenientes. Además de la falta de un suministro constante de hidrógeno como fuente de combustible disponible, dicho motor emite óxidos de nitrógeno dañinos. Sin embargo, hay formas de minimizar esto. El hidrógeno también se puede producir sin emisiones, mediante el uso de energía renovable para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno, algo que Porsche también está examinando en su área de combustibles sintéticos.
Para abordar el problema del suministro, los países y las industrias están invirtiendo en tecnologías de hidrógeno, simplemente en Estados Unidos, el gobierno ha comprometido alrededor de 7 mil millones de dólares para la creación de los llamados “centros de hidrógeno” que son un componente importante para establecer una infraestructura de hidrógeno más amplia. Estos centros son esencialmente áreas de productores de hidrógeno en red.
Simultáneamente con sus desarrollos de hidrógeno, Bosch también se centra en las nuevas tecnologías para vehículos eléctricos. Una de ellas es el sistema diseñado para analizar los datos de la batería y determinar su estado y, según Bosch, tiene el potencial de extender la vida útil de una batería hasta en un 20 %.
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