Con los cambios para este año, la Aviator se volvió aún más agradable de convivir
Hay dos tipos de consumidores de autos de lujo: los que quieren que los demás lo vean y los que prefieren disfrutar lo que tienen. Si eres del segundo tipo, la Aviator te dejará muy satisfecho, aún más con su actualización.
Dejemos muy claro que si buscas abundante espacio en la tercera fila, mejor ve por la Navigator. Pero si su uso es eventual y quieres más lujo, confort, equipo, seguridad y amenidades, en la Aviator lo encontrarás, con la facilidad de manejar un vehículo 60 centímetros más corto que su hermana mayor, y por lo tanto, más ágil.
Para el modelo 2025, Lincoln renovó la parrilla y los faros. La primera es mayor y queda más acorde a las proporciones generales de la camioneta. Las luces de leds marcan su firma nocturna y en las esquinas puedes ver rayas horizontales que le dan un aire único a la más larga y sinuosa tira de leds sale de esa lateral hasta invadir la parrilla. La pantalla central tiene ahora 13.2 pulgadas y el cluster digital mide 12.4 pulgadas en diagonal. Hay Google integrado pero a diferencia de otras marcas, Lincoln tuvo el buen gusto de mantener CarPlay y Android Auto, para que interactuemos con algo que ya conocemos.
Algunos esperaban la pantalla de 48 pulgadas que está en Nautilus y Navigator 2025, pero Aviator probablemente lo esté guardando para la siguiente generación. Sin embargo, hay otras cosas que agradecer a esta SUV. Una es que mantenga el lujo y comodidad que uno espera de la marca, tanto en equipo como en materiales. Incluso una de las cosas que hace falta en las otras, la tiene Aviator: cortinilla lateral trasera.
El motor es un V6, Twin Turbo, com 400 caballos de fuerza, que la permite acelerar en 5.6 segundos. La caja es automática de 10 velocidades, que fue recalibrada para el modelo 2025 para mayor suavidad. En México la Reserve que manejamos tiene AWD y rines de 22 pulgadas, como solo la Black Label lo tiene en EUA. La respuesta es rápida y el sonido ronco que sale del escape doble produce emoción al piloto. Claro, esto cobrará la factura en un consumo alto de combustible, de poco más de cuatro kilómetros por litro en ciudad.
No es tan ágil en curvas como las alemanas, ni quiere serlo. Porque esas, en nombre del buen manejo y de una imagen más “de moda”, exigen sacrificios en equipo y comodidad, que la Lincoln Aviator te lo da con sobras. Esto hace que sea ideal para el que quiere disfrutar un buen vehículo, no recibir aplausos de los vecinos.
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