La legendaria personalización de la marca británica queda estampada en este EV inspirado en una fiel mascota
Un pareja de Estados Unidos decidió comisionar un Rolls-Royce Spectre de tal manera de que se convirtiera en un homenaje sobre ruedas a su perro, Bailey, un perrito de mezcla Labrador y Golden Retriever.





Es bien sabido que no existen, al menos en teoría, dos vehículos Rolls-Royce idénticos, pues el grado de personalización es bastante amplio, permitiendo la inclusión de materiales y colores a completo pedido de sus clientes, incluso si buscan contar con un retrato de madera de su mascota.
En efecto, el lujoso modelo británico tiene como su pieza principal un retrato de Bailey formado por más de 180 piezas de madera en 22 diferentes escalas de colores que involucraron más de 9 meses de trabajo de los artesanos de la marca.
Además, parte de la decoración inspirada en el perrito, contempla tapicerías que combinan con el pelaje claro del cuadrúpedo, combinado con detalles cafés y chapa de mares de nogal, para complementar.



Por si no fuera suficiente, en el lado del pasajero del tablero, encontramos una huellita de sus patas, con otras esparcidas por los estribos del lujoso coche eléctrico, terminados en color oro rosado, como su fuera un álbum de recortes de sus huellas lodosas.
Incluso el exterior del Spectre presume un terminado canino, con colores claros combinando un tono de pintura a medida que fue bautizado como “Beautiful Bailey”, de terminado iridiscente que logra capturar el brillo como si fuera parte del pelaje de la oreja del perro. Y, claro, no podían faltar las líneas de carrocería con detalles de huellas pintadas a mano.
Por su puesto que Roll-Royce no ha revelado el precio final del modelo personalizado. Diferencia de Bailey que seguramente se hará famoso por tener su propio Rolls-Royce, los clientes decidieron permanecer anónimos.
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