Pequeñas correcciones renuevan la fuerza de la Sportage en México
Después de haber sufrido un importante retraso con la llegada de la actual generación de Sportage, Kia asegura que la importante actualización de media vida del modelo 2026, llegue pronto y completa al mercado mexicano.



Como ya sabemos, las novedades incluyen nuevo diseño frontal con parrilla de formas cuadradas y ópticas verticales, que se alinean a los modelos más recientes de la casa coreana. Asimismo, hay un reacomodo en la gama para distinguir de mejor manera a la variante híbrida con la versión X-Line ($880,900), que fue la que manejamos.
Puede parecer poco relevante, pero la integración de un terminado texturizado en la consola central en lugar del negro brillante, así como la mejorada interfaz en el sistema de infoentretenimiento con pantalla dual de 12.3” mejora la experiencia del usuario en general.
¿Híbrido sin compromisos?



En fechas recientes, los esquemas de mecánicas híbridas que han arribado al país, principalmente de marcas chinas, se han caracterizado por ofrecer un desempeño que, al menos en el papel, sorprende por sus cifras. Sin embargo, la experiencia detrás del volante puede no ser la esperada por algunas limitantes o restricciones en su tren motor, dígase la batería de poca capacidad o, hasta el tipo de transmisión elegida que merma el disfrute de su desempeño en carretera, por su enfoque citadino. No pasa esto con la Sportage.
Kia parece tener esto resuelto con su configuración mecánica que incluye a un 4 cilindros, 1.6 litros turbocargado, un motor eléctrico y una batería de casi 1.5 kWh de capacidad. Este conjunto genera 227 HP y 258 libras-pie de torque y trabaja en conjunto con una transmisión automática de 6 velocidades, para impulsar las ruedas delanteras.

La experiencia de conducción en ciudad resulta ágil y muy fluida, tal y como se espera de un modelo híbrido. La aceleración inicial, proporcionada por el conjunto eléctrico es muy lineal y permite que las incorporaciones y rebases se hagan sin mucho esfuerzo.
Lo interesante viene en la carretera, donde hemos visto como este tipo de mecánicas pueden perder casi la mitad de su potencia en un instante, cuando la batería se descarga. En Sportage no es el caso, al menos no lo fue en nuestra travesía, bajando desde Oaxaca, hasta la costa en Puerto Escondido, en donde encontramos tramos de alta velocidad y curvas que exigían mucho al conjunto.

Además, las mejoras en la suspensión, que son parte de la actualización, dejan muy bien parada a la plataforma que se mostró plantada y sólida al circular en nuestra sinuosa travesía. Pero, es en nuestra opinión, el sistema de regeneración de energía, el que permite que todo funcione de manera adecuada, al menos en una carretera “de bajada” hacia la costa, donde la experiencia sí coincide con las expectativas que generan sus cifras. Y esto, es buena noticia para el que busque una SUV compacta, bien acabada, con precio competitivo y de una marca con reputación más sólida que los chinos.
Diego Briseño/Puerto Escondido
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