No solo es el único muscle car que queda por el momento, sino que el Mustang mantendrá su receta tradicional por el mayor tiempo posible
La agresiva estrategia de Ford donde descartaba el desarrollo de nuevos autos, salvo el Mustang, para enfocarse solo en SUVs y pick-ups parece estar funcionando muy bien, lo que significa que tendremos muscle car con V8 por un buen rato.
La ausencia de sus rivales, como el Camaro y Challenger, al menos de momento, parece ser una gran oportunidad para que Ford capitalice su decisión de enfocarse en los productos realmente deseables para el público.
Contar con un coupé deportivo con motor V8 y gran potencia, sin duda seguirá siendo atractivo para la mayoría de clientes, quienes suman un 52 por ciento en las ventas del Mustang corresponden al que tiene el ocho cilindros bajo el cofre y, solo en Estados Unidos.
La proporción de ventas sigue favoreciendo al del motor grande en mercados como el de Europa e, incluso en las versiones con volante a la derecha, como en Reino Unido, Australia y Japón.
A pesar de reportar un declive de ventas en general que alcanzó su máximo en 2015, los ejecutivos de Ford están seguros de que la fórmula continuará funcionando, incluso con la tendencia de modelos mas “verdes” y de la oleada de SUVs, las ventas del Mustang se han mantenido estables desde 2020 para justificar su existencia.
Ahora bien, la presencia del Dodge Charger con mecánica de combustión, puede hacer ruido al Mustang, aunque, el fenómeno del downsizing, con el seis cilindros en línea, favorece a los fanáticos de la marca y del modelo Mustang que todavía tiene un V8.
Por lo pronto, no ha habido señales ni nada que indique que Ford está trabajando en la tan rumorada versión electrificada del Mustang, ya sea híbrida o completamente eléctrica, pero se ha dedicado a desarrollar ediciones especiales como el Mustang GTD que eleva la cifra de potencia hasta los 800 hp y tiene un enfoque de competencia muy marcado, lo que suma a su favor.
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