Una amenaza de aranceles de hasta el 500% afectaría gravemente a la industria automotriz mexicana, como a BMW y su próxima iX3
Por un lado, la industria automotriz sigue adaptándose a la demanda de vehículos eléctricos, con planeaciones cambiantes y grandes inversiones repensadas y, por el otro, la carrera presidencial en el vecino país del norte solo agrava las cosas con amenazas de aranceles entre otras cuestiones y, para BMW, es realmente complicado.
Sabemos que, como parte de una expansión, la Planta de BMW en San Luis Potosí en México, comenzará la fabricación de modelos eléctricos conocidos como Neue Klasse a partir de 2027, con la sucesora de la iX3 como el primer vehículo eléctrico fabricado en nuestro país.
Es un modelo altamente importante para la marca alemana, pues, no solo será la estrella de la nueva generación de modelos eléctricos, sino que, también representa un cambio interesante en cuestión de diseño y planteamiento de los productos en la compañía.
A inicios de año, BMW confirmó una fuerte inversión de 800 millones de Euros en las instalaciones mexicanas, con cerca de 500 millones de esa misma inversión, destinados a la construcción de una planta de baterías de alto voltaje para sus modelos eléctricos, con la creación de un millar de puestos de trabajo, para iniciar producción de modelos EV en 2027, justo después de la planta de Hungría con los Neue Klasse.
La lógica en la inversión, era protegerse de distintas tarifas arancelarias que pudieran surgir, tomando al tratado de libre comercio de Norteamérica, como base para que los modelos eléctricos fabricados en México, pudieran ser comercializados en Estados Unidos sin mayor problema, aunque eso podría cambiar.
El candidato presidencial republicano y expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha amenazado con golpear fuertemente a los autos importados desde México con aranceles de 200 a 500 por ciento, con la intención de prevenir que ningún auto fabricado en México, sea vendido en Estados Unidos.
“No quiero sus autos”, comentó Trump en na entrevista a Fox News. “No podrán vender sus autos. No voy a permitir que construyan una fábrica del otro lado de la frontera y vender millones de autos en Estados Unidos y destruir más Detroit”, añadió.
Si bien, BMW podría hacer que las cosas funcionen de cierto modo, gracias a sus enormes instalaciones ubicadas en Spartanburg, Carolina del Sur, que también ha confirmado la producción de 6 modelos eléctricos de la marca para el final de la década, pero no es lo que han planeado.
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