Sergio Oliveira
Los políticos con mucha frecuencia piensan que los decretos pueden solucionar todos los problemas. No hablo solo de México, ni de América Latina, sino de todo el mundo, enfocándome ahora en Europa y Estados Unidos. Con la intención de parecer defensores de la ecología, empujaron a la humanidad hacia los vehículos eléctricos, presionando a las empresas para que invirtieron pesado en esa dirección. Pero el mercado les está mostrando que no pidió esto. E incluso quienes sí decidieron entrarles al juego, por creencia o gusto por nuevas tecnologías, está sufriendo al pagar un precio mucho más alto de lo que pensaban: la reventa.
En los países desarrollados, principalmente Estados Unidos y Europa, los primeros eléctricos fueron autos de gama alta. Tesla, al transformar los eléctricos en coches deseables y poner altos precios a sus productos, abrió la puerta para esto. Pero los chinos tenían otras ideas. Con la sobreproducción que tuvieron recientemente, además del mayor control sobre la producción durante la pandemia, crecieron a punto de ver a BYD rebasando a Tesla, lo que provocó que ésta bajara sus precios en hasta 25%. Y este fue solo uno de los motivos que, hoy, está haciendo que los primeros eléctricos usados en llegar a mercado, vean que la demanda por ellos es tan baja que sus precios están por los suelos.
Es natural que pocos quieran un eléctrico usado. La degradación de la batería y su enorme costo de reposición es uno de los problemas. Tan es así, que Ferrari ya anunció que repondrá de manera gratuita las baterías de sus autos que las usen, para mantener el desempeño y fortalecer su costo de reventa. También la mayor oferta de autos eléctricos ha empujado hacia abajo el valor de esos vehículos, como muestra un estudio reciente de iSeeCars, que informa que en los últimos 12 meses el precio de esos autos en Estados Unidos ha bajado 31.8%. Y eso que los estadounidenses no tienen la avalancha de productos chinos que llega a Europa y a nuestro país. La empresa afirma que la depreciación es el costo más elevado de la propiedad de un eléctrico y mientras más gente lo sepa, peor.
México
En México aún estamos empezando la adopción de los vehículos eléctricos. Uno de los motivos para esto es que los primeros vendidos aquí tienen o tenían un precio más elevado de lo que la gran mayoría puede pagar. Incluso los “early adopters” pensaron mucho antes de hacerlo y los que lo hicieron, en su gran mayoría, se fueron por Tesla.
La marca estadounidense afirma que sus baterías mantienen 70% de su capacidad de carga después de ocho años de uso, pero la empresa Recurrent, del mismo país, mostró en un estudio que esa retención es, promedio, de 64% después de solo tres años. Un dueño de un Model S modelo 2013 en Finlandia, descubrió que la batería caduca de su auto costaba 22 mil dólares. Como el auto no valía eso en el mercado, decidió explotarlo con dinamita y subir el video a YouTube que, por supuesto, se hizo viral.
La realidad es que un vehículo usado de gasolina perdió, de junio de 2023 a junio de este año, 6.1% de su valor, contra 29.5% de pérdida de los usados eléctricos.
Hay quienes piensan que el bajo precio de los usados enchufables en este momento, puede atraer a compradores que no habían considerado hacerse de un EV (eletric vehicle) tan pronto, pero si eres uno de esos considera que comprar un eléctrico seminuevo con tres años de uso, significa que en un lustro más su batería saldrá de garantía y tendrá muy poca capacidad de retención de carga, como ya lo sabemos todos con relación a nuestros celulares. El detalle es que cambiar la batería de un auto eléctrico cuesta, en la Unión Americana, entre 15 mil y 20 mil dólares, lo que hace prácticamente inviable mantener rodando ese vehículo.
Aquí los eléctricos son aún recientes en el mercado y hay pocos usados en venta. Pero los que hay, cuestan poco y hay agencias que no los toman a cambio por un auto nuevo. Si un coche de gasolina se paga al precio del libro azul hacia arriba, el eléctrico es de ahí hacia abajo.
En otras palabras, hay que pensar no dos o tres, sino muchas veces antes hacerse de un eléctrico ahora, mucho más aún si se está pensando aprovechar las circunstancias y adquirir uno usado.
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