Además de dar marcha atrás a un modelo pensado para ser 100 por ciento eléctrico, la llegada del 500 híbrido suavizaría las tensiones con el gobierno y los sindicatos
Las cosas no están nada tranquilas en Italia, comenzando por una ley que prohibe la comercialización de productos que hagan creer que fueron hechos en el pintoresco país y, también debido a la presión que los sindicatos han ejercido sobre Stellantis.
Vimos como en Alfa Romeo tuvieron que cambiar el nombre de Milano a Junior para su nueva SUV que será fabricada en Polonia y, como la policía incautó algunos de los FIAT Topolino por traer un emblema con los colores de la bandera italiana, cuando son armados en Marruecos, pero eso no solo todos los problemas.
Los representantes del sindicato de trabajadores en las plantas locales de Stellantis han estado presionando al fabricante para aumentar la producción en el país, a lo que Carlos Tavares, ha cedido, anunciando que su pequeño 500 tendrá una variante híbrida.
Las instalaciones de Stellantis en Mirafiori son las encargadas de construir al carismático 500e, aunque es parte de los modelos que se han tenido que enfrentar a el escaso crecimiento de ventas de eléctricos a nivel global y, por ello, se ha tenido que ralentizar su producción, con largos periodos de licencia para los trabajadores de la planta.
Junto con el FIAT 500 híbrido, Stellantis también ha anunciado que iniciará la producción de una variante híbrida de la Jeep Compass en la planta de Melfi, también ubicada en Italia, con tal de mejorar las relaciones con el gobierno.
Dichas medidas, esperan incrementar la producción en Italia a 1 millón de unidades anualmente para 2030, al mismo tiempo de que están iniciando una renovación generacional de la plantilla, contratando a trabajadores jóvenes en la planta de Mirafiori.
Por su parte, el líder sindical italiano, Fernandino Uliano, indicó en una entrevista con Reuters que, Tavares había calculado que la producción del 500 híbrido comenzaría para el primer trimestre del 2026.
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