Sergio Oliveira
Hace no mucho, un seguidor me escribió muy enojado en X -ex-Twitter- quejándose de una agencia que no quería hacerse responsable de la bolsa de aire de su auto que explotó sin motivo aparente y, según él, casi lo mata. Obviamente su enojo es más que justificado, pero también es posible que la actitud de la agencia lo sea. Sé que suena contradictorio, pero conociendo la historia, es más fácil entender. En 2015, el mayor fabricante de bolsas de aire del mundo, la japonesa Takata, tuvo que enfrentar un problema que la llevaría a la quiebra. El tubo que contenía el explosivo encargado de detonar las bolsas de aire, se oxidaba y provocaba explosiones involuntarias, que además lanzaba esquirlas de metal en los ocupantes del auto, lo que podía provocar lesiones serias y hasta la muerte. Tan serio es el problema, que el llamado a revisión de prácticamente todas las marcas fabricantes de autos, aún existe en muchos casos. La pregunta es: ¿El consumidor está escuchando ese llamado? Tal vez ese haya sido el caso de esa persona que me contactó, que su vehículo tuvo un llamado a revisión, posiblemente hace muchos años, del que él, que no sé si es nuevo propietario o el tercer o cuarto dueño del mismo auto, jamás se enteró. Y sí lo supo, tal vez no hizo caso. ¿Verdad que no es fácil decir quién tuvo la culpa?
Obviamente, suena a deber moral de las marcas mantener abiertos los llamados a revisión hasta que el último auto con problema se resuelva. Pero también es cierto que en algunos casos, es difícil localizar a todos. Un vehículo pudo haber pasado a tres o más dueños y si uno de ellos no tiene absolutamente ningún interés en los autos, probablemente ni se enteró de que hubo un llamado a revisión. Para la gran mayoría de la gente, que tiene un coche para moverse y no le importa lo más mínimo su cuidado, el auto que conducen puede representar para él un peligro, al igual que para su familia y, peor aún, para los demás.
Millones afectados
Imaginen alguien que compró un nuevo Toyota Prius este año. En algunos casos, el agua puede interferir con el sistema eléctrico del seguro y hacer que las puertas traseras se abran con el auto en movimiento. Alguien que no traiga puesto el cinturón de seguridad puede ser expulsado del auto, con obvio riesgo de vida y de dañar a terceros. Hay en este momento un llamado a revisión de la marca, incluso en México. Y los invitamos a lo vean y tomen acción.
Pero esto está pasando en un auto nuevo y muy hablado en redes sociales. En 2014, General Motors se vio en la necesidad de hacer un llamado a revisión en algunos de sus modelos cuyo mecanismo de ignición, muchos aún con llave, podrían desprenderse y apagar el auto mientras ese estaba en movimiento. En un principio se pensó que eran 2.6 millones de vehículos, pero investigadores posteriores llevaron a la conclusión de que sería necesario cambiar el mecanismo a nada menos que 29 millones de vehículos, algunos de 1999. Muchos perdieron su vida o tuvieron accidentes graves, por desconocer el problema.
En México, el organismo encargado de llevar a cabo ese tipo de estudios y alertar el consumidor cuando exista algún tipo de llamado a revisión -que dígase de paso se tiene que hacer sin ningún costo para el consumidor, sin importar si el auto sigue o no en garantía – es Profeco. En Alertas Profeco, hay campañas abiertas en este 2024 para varios vehículos de muchas marcas como Toyota (Corolla, Corolla híbrido y Corolla Cross), Audi (e-Tron), Toyota Rav 4, Seat Tarraco, varios Polaris, Honda Odyssey, Porsche Taycan, Panamera y Cayenne, Mazda CX90, Tesla S y X, Chevrolet Bolt, Audi Q7 y Q8, VW Nivus, Renault Oroch, Volvo XC90, Honda Accord, Hyundai Elantra, Subaru Crosstrek, Infiniti QX60 y Nissan Z.
Lo que no encontré fue ninguna marca china en el listado de Profeco, lo que probablemente se deba a que a veces esos llamados son obligatorios por parte de la autoridad, mientras otros son voluntarios de la parte de las marcas. En la página de MG, por ejemplo, hay un apartado para que ingreses el número de identificación de tu vehículo para ver si no hay “alguna mejora o actualización”. No está mal, pero como consumidor, me sentiría más cómodo si se hiciera a través de Profeco.
Dejar una respuesta