Mirar la Bronco Heritage te remite a otros tiempos, pero manejarla es otra cosa
La Ford Bronco no tiene historia en México, al menos no oficial, puesto que nunca se vendió aquí. Una que otra importada, legalmente o no, se dejaba ver en las calles mexicanas, donde más allá de sus dueños, la mayoría no sabía qué vehículo era y solo los mayores la recordarán por la persecución policiaca sufrida por OJ Simpson, en 1994. A su regreso al mercado en 2021, llegó con la versión radical, rival directa de Jeep Wrangler, así con la más amigable Bronco Sport, producida en Hermosillo, Sonora y que ahora probamos en su versión “retro”.
Sí, la Bronco Sport Heritage es un paquete estético, más que nada. ¿Pero a quién no le gusta una muchacha bien vestida? Inspirada en la primera generación de Bronco, de 1966, tiene rines de color blanco, que son de aluminio aunque parecen de acero. El techo igualmente está pintado de blanco, tiene franjas en el mismo tono y también la parrilla viene en ese color, con el nombre Bronco pintado de rojo. Fuera de lo estético, esa parrilla es activa para mejorar la aerodinámica y el consumo, algo no muy perceptible, dígase de paso. Los faros son bi-leds, tienen loderas, luces de conducción diurnas y faros de niebla, bien como calaveras con esa función.
Por dentro los asientos están tapizados de piel estilo tartán escocés. Hay varios detalles también pintados de blanco que, dependiendo del sol, pueden reflejarse de manera poco agradable en el parabrisas.
Equipo y manejo
Hay quemacocos, pantalla de ocho pulgadas – un tamaño más que suficiente – con CarPlay y Android Auto (con cable) y cámara de reversa. El descansabrazos central está forrado de piel y acojinado (gracias, Ford), hay cuatro puertos USB, cargador inalámbrico para celular y toma de corriente de 12V. Atrás el espacio es bueno para adultos, aunque no abundante. Hay anclaje para sillas de niños y buena visibilidad.
En México solo está disponible con el motor 1.5 litros turbo, con 181 HP y 190 libras-pie de torque, caja automática de ocho velocidades y tracción en las cuatro ruedas, con cinco modos de manejo. Ese tren motor resulta suficiente para la gran mayoría de los casos y tiene un consumo ligeramente mejor que el de la versión con motor 2.0, algo que todos agradecen. La aceleración es buena, la agilidad urbana también, gracias en buena parte a sus 4.38 metros de largo total, que hacen fácil cambiar de carril y encontrar estacionamiento.
La seguridad va por cuenta por una buena estructura y elementos como nueve bolsas de aire, que la hicieron recibir 5 estrellas en NHTSA y Top Safety Pick Plus en IIHS. Tiene frenado post colisión pero no asistencias como frenado automático de emergencia ni alerta de cambio involuntario de carril.
Para la gran mayoría de las personas, la Bronco Sport será un vehículo agradable de conducir, con buen espacio y mayor capacidad de salir del asfalto que casi todas sus rivales, siendo los más cercanos la Mazda CX-50 y la Subaru Outback, que son más largas y menos ágiles, pero más equipadas. Sin embargo, esas enemigas no se visten con ropa “vintage”, lo que puede no ser placentero a todos los ojos, pero sí lo es a los nuestros.
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