El diseño y manejo de esta camioneta ofrecen más placer que ninguna otra
Si eres de los que piensan en un auto para tenerlo por 15 años, pasarlo a tus hijos y que ellos lo pasen a tus nietos, no eres un cliente de Alfa Romeo. Pero si la manera de llegar de un lugar a otro es importante para ti, si consideras que la vida es hoy y no en el futuro, si te gusta la pasta pero siempre con algo de picante: all’Arrabbiata pues, entonces la Tonale será lo mejor que puedes comprar por ese dinero.







En primer lugar, bueno, solo mírala. Es tan bonita que duele. Desde cualquier ángulo, no me canso de admirarla. Es el Alfa más bonito a la venta hoy, aunque esto es, claro, opinión personal. Si pudiera, tendría una en la sala de mi casa. Pero por lo pronto, ya me deja contento que esta bella italiana vestida de azul Misano nos vaya a acompañar por tres meses.
La camioneta no llegó precisamente nueva. Con 7,500 kilómetros rodados, tuvo incluso que pasar por servicio antes de que nos fuera entregada. Hice lo de siempre: conectar el teléfono al CarPlay inalámbrico, poner los asientos en la memoria para dos personas, poner nuestras estaciones favoritas en la radio y listo, a manejarla.
Prendes el motor en un botón que, al estilo Ferrari, está en el volante. Luego, escuchas un ruido no muy refinado de esa máquina turbo de 2.0 litros con 4 cilindros, 268 HP y 295 libras-pie de torque. La respuesta es prácticamente inmediata, con turbo lag cercano a cero y ya se te olvidó que el sonido es raro. La precisión del conjunto mecánico se muestra también en dirección, frenos y suspensión. Ayudada por la tracción integral, la Tonale entra y sale bien en las curvas. Claro, no se nos vaya a olvidar que es relativamente alta y esto requiere más cuidado al conducirla.






Por dentro el espacio es bueno adelante pero justo atrás. Mejor que sean cuatro los ocupantes, ya que cinco comprometería mucho el confort trasero.
Los acabados son buenos en todo lo que ves y tocas con frecuencia. Los quisquillosos encontrarán plásticos baratos, si los buscan. El sistema de sonido Harman Kardon tiene un magnífico audio, para que escuches a Pavarotti a todo pulmón, pero, siendo un italiano, bueno, con frecuencia “se le olvida” que hay teléfonos conectados sin cable por lo que, si quieres tener tu CarPlay o Android Auto, conecta un cable. Al menos tiene GPS nativo.
En los primeros kilómetros, escuché demasiados ruidos interiores. Aquí valió la experiencia adquirida en mi viejo SLK: lubriqué los hules de puertas, quemacocos y portón trasero y los ruidos mejoraron 80%.

¿Qué esperaban? Es un Alfa. Aquí no hay espacio para perfección, pero sí para la emoción y mucha. Si vas a una agencia y te ofrecen una prueba, cuidado, porque si la manejas, te enamoras. Hablo por experiencia propia.





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