100% eléctrica, esta SUV no es para cualquiera, pero todos la disfrutarán
IM es una nueva marca de origen chino en México. Es como la división de lujo de MG, de ahí que se pueden ver y programar una prueba de manejo en algunas de las agencias de esa marca. El que lo haga, se sorprenderá. Tal vez no tanto con el diseño, porque nuestros ojos ya se acostumbraron a la avalancha de novedades, pero su interior, proyectado para que un pasajero disfrute ser transportado por un chofer, es único.




Sí, el chofer no la va a pasar nada mal. Hay dos motores eléctricos que en conjunto mandan 571 HP a ambos ejes y son capaces de llegar a 100 km/h en 4.5 segundos, de acuerdo con números oficiales que, luego de manejarla, no dudamos de su veracidad. La LS 7 es rápida y estable, gracias al peso de las baterías en el suelo. La calidad de marcha podría mejorar con unos rines un poco menores que los de 22 pulgadas que usa, que podrían portar neumáticos de perfil más alto. La rigidez de esas llantas le quitan algo de suavidad al rodar, cosa que la suspensión no logra compensar, sintiéndose algo seca.
Adelante, chofer y copiloto tienen un parabrisas que llega hasta arriba de sus cabezas. El techo panorámico de la segunda fila no tiene cortinas y esta falta generalizada de sombra puede resultar incómoda en días muy soleados, aunque hay protección ultra violeta.
El cuadro de instrumentos se compone de dos pantallas, que van de lado a lado de la camioneta y pueden esconder la mitad de su altura, haciendo aún más limpio el diseño. Otra pantalla en la consola central abriga a todos los comandos, incluyendo ajustes de espejos y la climatización. Con sol fuerte, la visibilidad de esa pantalla queda comprometida. No hay botones físicos más que para ajustar los asientos, que cuentan con calefacción, enfriamiento y masajes.






Pero es el asiento trasero derecho que luce. Sentado ahí uno puede mover el asiento del copiloto totalmente hacia adelante, con el respaldo plegado, mientras su asiento se reclina y despliega un descansa pies. Es como volar en clase ejecutiva.
Los orientales saben cómo consentir al que paga y esto se percibe en sus líneas aéreas, en sus servicios en general y en sus autos. No hay lugar más cómodo en una camioneta de doble fila que es ese asiento único de la LS 7. Para disfrutarlo, hay que pagar 990 mil pesos, pero insistimos que nadie, por este dinero, viajará de manera tan lujosa.
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